lunes, 20 de febrero de 2012

POESÍA PARA LLEVAR Nº 15

     La poesía de esta semana debe leerse observando el cuadro de Brueghel 
que hemos adjuntado.

¡ES NUESTRA POESÍA!

 

           
              




MUSÉE DES BEAUX ARTS
W.H. Auden, (Londres, 1907- Viena, 1973)

En cuanto al sufrimiento nunca se equivocaban,
Los Viejos Maestros: qué bien entendían
Su posición humana; cómo tiene lugar
Mientras algún otro está comiendo o abriendo una ventana o                                  
simplemente paseando;
Cómo, cuando los mayores esperan con reverencia y pasión
A que suceda el nacimiento milagroso, siempre debe haber
Niños, a los que no les interesa mucho que eso suceda,  patinando
En un estanque al borde del bosque;
Ellos nunca olvidaban
Que incluso el terrible martirio debe seguir curso
De cualquier modo en un rincón, en algún lugar descuidado
Donde los perros llevan su vida de perros y el caballo del                                              
torturador
Araña a su inocente detrás de un árbol.

En el Ícaro de Brueghel, por ejemplo: cómo todo mira hacia                                          
otro lado
Ociosamente se aleja del desastre; el labrador puede
Haber oído la zambullida, el grito perdido
Pero para él no era un fracaso importante; el sol brillaba
Como debía sobre las blancas piernas que desaparecen en las verdes
Aguas; y la nave delicada y costosa que debe haber visto
Algo asombroso, un chico cayendo del cielo,
Tenía algún lugar al que llegar y siguió navegando con calma.

                                                      Poemas, Visor, 2011




                                                                       
                             
                      Paisaje con la caída de Ícaro, Pieter Brueghel, el viejo, 1554-55

http://www.epdlp.com/pintor.php?id=202

En este poema vemos cómo al crecer aprendemos a desentendernos del dolor ajeno y a centrarnos en solucionar nuestros problemas por nuestra cuenta y a observar la vida pasar, ya que está en la naturaleza humana pensar en uno mismo, apagar ese pequeño y molesto ruido llamado empatía y tratar de ser feliz. (Carla Morales Moncada, 1º Bachillerato A)

Yo creo que con este poema el autor ha intentado reflejar que para él el hombre es insolidario frente al dolor ajeno, que estamos solos frente a él, y que solo podemos esperar indiferencia de los demás. También creo que intenta decirnos que los demás no dan importancia a las cosas que a nosotros nos lo parecen. (Alba Cacho Labrador, 4º ESO A)

Este poema nos sugiere que, si les ocurre algún suceso a los demás, no nos conmueve ni nos importa, y seguimos con nuestra vida; esto se observa en el cuadro, donde cada elemento no tiene en cuenta a los demás. (Claudia Zapater, 1º Bachillerato A)

Me gusta mucho esta poesía porque critica a las personas que se muestran indiferentes ante los hechos que suceden a su alrededor. (Hazel Santander Badules, 4º ESO A)

Si alguien está en apuros, miramos para otro lado, ya que lo único que nos importa es nuestra felicidad. (Gorka Reyes Aguilera, 4º ESO A)

                                                                                                IES Ramón J. Sender

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